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3. Liderando el camino:
Estrategias eficaces de gestión
de grupos
3.1 Composición del grupo: una clave para el
éxito
La gestión y la dinámica de grupo son cruciales para garantizar el éxito de las actividades
colaborativas. Según Quaglino, Casagrande y Castellano (1992), un grupo es un sistema
complejo caracterizado por relaciones de interdependencia entre sus miembros,
desarrolladas en torno a objetivos compartidos. Comprender y guiar estas dinámicas requiere
un enfoque meticuloso basado en teorías y estrategias consolidadas.
Construyendo equipos más fuertes: Fases del desarrollo grupal
1. Fase de formación
En la etapa inicial, los miembros se centran en conocerse y definir reglas y roles. Generar
confianza y seguridad es fundamental.
Estrategias prácticas:
Organice actividades para romper el hielo y fomentar la familiaridad.
Aclarar los objetivos y expectativas desde el principio.
2. Fase de conflicto
Los grupos pueden experimentar tensión debido a opiniones o estilos de trabajo diferentes.
Este es un paso natural y necesario que, bien gestionado, fortalece al grupo.
Estrategias prácticas:
Introduzca técnicas de gestión de conflictos, como el método de la “conversación en
círculo”.
Fomentar la escucha activa para garantizar que se escuchen todas las voces.
Consejo práctico avanzado: Asigne roles formales iniciales de forma aleatoria y luego
rótelos cada dos semanas para que los estudiantes experimenten diferentes
responsabilidades, como liderazgo, coordinación y roles creativos. Proporcione estímulos
reflexivos en cada rotación para ayudar a los estudiantes a evaluar su propio crecimiento y
sus contribuciones al grupo.
3. Fase de normalización
El grupo establece normas compartidas y desarrolla una identidad colectiva.
Estrategias prácticas:
Formalizar roles y responsabilidades para fomentar la rendición de cuentas.
Utilice contratos grupales para consolidar acuerdos mutuos.
Consejo práctico avanzado: Asigne roles formales iniciales de forma aleatoria y luego
rótelos cada dos semanas para que los estudiantes experimenten diferentes
responsabilidades, como liderazgo, coordinación y roles creativos. Proporcione estímulos
reflexivos en cada rotación para ayudar a los estudiantes a evaluar su propio crecimiento y
sus contribuciones al grupo.